viernes, 31 de octubre de 2014

DERMATITIS ATOPICA

Ahora que llega el invierno y empieza el frío las pieles con dermatitis atópica lo notan mucho más. En ésta entrada ahondaremos un poco más en este tema y explicaremos como podemos mejorar la calidad de vida de estas pieles y a espaciar los brotes.


¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que se caracteriza por un picor intenso, piel muy seca y sensible.
Los cuatros síntomas característicos de la piel atópica son:




La dermatitis atópica tiene un carácter crónico. La duración de la enfermedad es larga, aunque benigna, y se manifiesta en forma de brotes.

Los periodos de crisis de la enfermedad se alternan con periodos de mejoría.
Distribución de los brotes en función de la edad:


¿Cuál es la causa?


Se desconoce qué es lo que la origina. Al parecer influyen varios factores: genéticos, inmunológicos y trastornos de la función barrera de la piel.


¿Es contagiosa?

No, no es contagiosa.

¿Es muy frecuente?

En España, de cada 10 niños que nacen 1 ó 2 tienen problemas de piel atópica. Se estima que en el 60% de los casos desaparece en la pubertad.
La dermatitis atópica es una enfermedad más frecuente en las sociedades industrializadas, relacionándose con una menor calidad ambiental (industrialización) y con el estilo de vida urbano.

¿Es hereditaria?

Se sabe que tiene un componente hereditario muy importante, así que padres alérgicos (con rinitis, asma o dermatitis atópica) tienen altas probabilidades de tener hijos con pieles atópicas.

Consejos para mejorar la calidad de vida del paciente atópico


Cuidado corporal e higiene



  • En general, son preferibles los baños a las duchas. El agua debe ser templada (inferior a los 33 °C) y el baño no debe prolongarse más de 10 minutos.
  • No emplear manoplas ni esponjas de baño, evitando la fricción sobre la piel.
  • Se deben elegir geles para el baño que no resequen la piel, preferiblemente que sean sobregrasos y con un pH 5.5 o fisiológico.
  • El secado debe ser suave, sin frotar con la toalla.
  • El baño aumenta la hidratación, facilita la penetración de los emolientes y disminuye el estrés.
  • El masaje es un acto afectivo beneficioso para el bebé/niño atópico y le ayuda a relajarse.
  • Aplicar después del baño, cuando la piel está aún húmeda, una crema emoliente específica (aporte de lípidos). Se ha comprobado que el uso diario de una crema emoliente es una ayuda eficaz para espaciar los brotes y las recaídas.


Cuidado de las uñas



  • Mantener las uñas cortas y limpias para evitar que durante el rascado se produzcan lesiones e infecciones.




Vestimenta

  • Elegir preferentemente ropa de algodón y lino, incluida la de la cama, pues facilita la transpiración.
  • Evitar el uso de la lana y los tejidos sintéticos que incrementan la temperatura corporal y acentúan el picor.
  • Al lavar la ropa, debe aclararse bien y debe evitarse el uso de suavizantes y lejías.
  • El calzado debe ser de piel o tela, con buena aireación, aconsejándose el uso de calcetines de algodón o hilo.

Alimentación


  • Intentar prolongar la lactancia materna, ya que fortalece el sistema inmune del bebé y evita rechazos alimentarios.
  • Se recomienda seguir el consejo médico en cuanto a la restricción de determinados alimentos.

El ambiente del hogar
  • La temperatura y la humedad de las habitaciones deben mantenerse constantes, evitando ambientes secos.
  • Las habitaciones deben ventilarse diariamente.
  • Se recomienda el uso de aspiradores para eliminar el polvo en lugar de barrer.
  • Se debe evitar el uso de alfombras o peluches que faciliten su concentración.

La playa y el sol




  • Pueden bañarse en el mar o las piscinas, aunque en situaciones de brotes es preferible evitar baños.
  • Evitar las horas en que el sol es más fuerte.
  • Proteger la piel del sol utilizando cremas solares de alta protección y específicas para la piel infantil.
  • Después de los baños es aconsejable enjuagar la piel y poner una crema emoliente, pues las sales del mar y el cloro pueden irritar la piel.

Deporte


La sudoración de la persona atópica es deficiente o tiene zonas de hiperactividad. Esta deficiencia provoca que el picor sea más intenso. Por ello los deportes de alta actividad y los locales cerrados están desaconsejados. 

Tratamiento
  
La dermatitis atópica es, desgraciadamente, una afección que no se cura. El objetivo del tratamiento es que los brotes estén bajo control y, en caso de que ocurra un episodio, intentar controlar sobre todo el picor y mantener la piel hidratada.
Actualmente los corticoides tópicos (en crema, pomada o loción) son la base del tratamiento contra el eccema. Bien utilizados controlan la gran mayoría de los casos, aunque no siempre se administran correctamente.Este tipo de tratamientos siempre serán con prescripción médica. A la hora de aplicarla, es mejor una cantidad pequeña y bien extendida que una gran cantidad de crema, ya que se facilita la absorción. Unos minutos después de la aplicación del corticoide, se puede aplicar una crema emoliente, para hidratar la piel y favorecer la absorción del corticoide.
Lo que conseguiremos con éstas cremas emolientes es reducir y espaciar los brotes y así evitar utilizar el corticoide el menor tiempo necesario.
Específico para brotes. Coadyuvante a tratamiento con corticoides.



Leti AT4 leche corporal
Ideal para hidratar el cuerpo después del baño     
















Otros tratamientos disponibles para la dermatitis atópica son: los antihistamínicos, inmunomoduladores tópicos, como el pimecrólimus, o el tacrólimus, si el eccema es rebelde a otros tratamientos, o los corticoides no son adecuados para el paciente. 
Los antibióticos pueden ser de gran utilidad en el control de los brotes, en especial si están claramente infectados.
 Para pacientes mayores de trece años, existe la posibilidad de fototerapia (tratamiento con luz), que ha demostrado una gran mejoría en los brotes.

     

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